jueves, 11 de junio de 2009
JUSTOS POR PECADORES
Cómo una persona puede hacer tanto daño a otras tantas. Se permite el lujo de opinar, no, de descalificar, acusar y menospreciar a la gente, sin compasión alguna. Poniendo en evidencia sus defectos, problemas o faltas. Insultando sin ton ni son, por un supuesto bien mayor. Y es que una cosa es aconsejar y otra muy distinta atacar y desmoralizar. Quien se cree que puede dar bofetadas en palabras, quien se cree que puede dar golpes a la moral no es más que un cobarde, pues ataca a matar sin la más mínima piedad, y encima al más débil, quien más fácil sangrará, quien cree no defenderá su entera dignidad. Y con el pretexto de enriquecer de permiten sentenciar a quien ni siquiera conocen en verdad. ¿ Tal vez sea que ese tipo de personas se desahogan por sus problemas? Echando sus mierdas a los que menos pueden con ellas. "¡ Qué bonito, qué valiente!" Culpando a un inocente. Y es que al final siempre los mismos pagan. Por unos cuantos idiotas, otros pasan la vida rota.
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Muchas veces esa gente que no tiene derecho a juzgar a los demás (puesto que no los conoce)emite opiniones dolorosas pero que pueden hacernos crecer como personas y en momentos posteriores de la vida quizá nos demos cuenta que estaba en lo cierto. Hay que reaccionar en este mundo lleno de competitividad, no todos hacemos las cosas bien y alguien en algún momento debe propinarnos la hostia para darnos el impulso que nos haga avanzar. Muchos besos amiga implicada en el proyecto hombre.
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