lunes, 31 de agosto de 2009

UN MAÑANA INCIERTO, CERCANO

Futuro. Incógnitas.
Necesitados de saber qué habrá más allá.
Preocupados por lo que dirá el mañana.

Temerosos de Dios,
temerosos del mundo que está por venir.
Solos ante todo.
Fuertes, valerosos, temblorosos.

Incertidumbre de un destino,
inseguridad sobre el pasado.
Intimidados por no saber.
Insensibles por inercia,
después de tantos dolores.

Amargura en la entrañas,
de un mundo sin compasión.
Miedo por represalias,
por recibir cierta justicia.

Unidos sin intención,
instinto de supervivencia lo llaman.
Separados por propia voluntad,
algo propio de la humanidad.

Una vida llena de huecos,
puntos oscuros, sin reflejos.

Fácil es desistir,
valiente resistir.

Somos débiles por naturaleza.
Somos simples entre la complejidad.

La dificultad en la gran prueba.

Las grandes preguntas de la vida,
las que no se pueden responder hasta después de la misma.

Cuando el final de algo se aproxima,
cuando algo acecha,
cuando el mundo se desbarata,
es cuando todo parece empezar a cobrar sentido.

DERROTA

No he jugado ningún partido.
No hice ninguna apuesta.
No participé en carrera alguna.
Nadie me retó a un pulso.
No me jugué nada.
Pero me han derrotado,
en propio campo.
He perdido, me han ganado.
He quedado fuera de juego.
Eliminada.
Perdí lo que no tenía.
No gané lo que jamás ganaría.
Estoy fuera de donde nunca entré.
No existía el juego en el que no participé.
No estoy eliminada de donde nunca estuve incluida.
Aposté a que no apostaría,
y gané una apuesta de antemano perdida.
Corrí por los caminos que nunca existieron,
y empaté en la carrera en la que yo sola participé.
No mentí ante mi verdad.
No fuí justa con los que no lo fueron conmigo
después de haber sido buena.
La maldad inundó el cerebro que nunca estrené;
la bondad e ingenuidad casi caducan en el que está ya pasado de rosca.
Mis ojos no vieron las palabras que escucharon,
mis oidos no entendieron las imágenes de lo parecido a un pasado.
Mis labios se movieron hablando de lo que no habían vivido,
mis palabras expresaron que entendía lo que no decía.
Mi derrota no fue justa,
pero la justicia nunca es fija.
Tal vez gane otro día lo que hoy me robaron,
pues lo merecía.

viernes, 28 de agosto de 2009

LUNA LLENA

Qué bonita la Luna,
que alumbra débilmente,
el cielo en la penumbra
de una noche sonriente.

Unos vivos luceros
más grandes que de costumbre,
destellando tan bellos, que la noche así sucumbe.

En un momento me encandila,
por su sutil aura sencilla.
Una dulzura especial que flota en el aire brevemente,
una magia que te envuelve suavemente.

Otro mundo,
más ligero.
Ningún muro,
solo cielo.

Solo por un instante no existe el calor;
ligera brisa de terciopelo y buen sabor.
Intenso aroma a tranquilidad,
una rica brisa de felicidad.

El rumor de unas olas a miles de kilómetros,
el espesor de unas nubes enmarcadas por el firmamento.
Tan solo unos segundos,
tantas sensaciones,
como si estuviera en otro mundo,
especial en ocasiones.
Un magentismo incomprensible,
una calma irresistible.

AHORA MISMO

Cansada, frustrada,
cagada, ahogada.
Con calor, con sudor,
con miedo, con tostón.
Angustiada, asfixiada,
acojonada, consternada.
Con rabia, con odio,
mala baba, casi asombro.
Cabreada, indignada,
ignorada, apaleada.
Subestimada, atacada,
apabullada, apurada.
Alarmada, preocupada,
alejada, atormentada.
Incomprendida, olvidada,
acusada, decepcionada.
Cansada y desorientada.
Una persona, demasiados adjetivos.

lunes, 24 de agosto de 2009

ESPEJO O ESPEJISMO


¿ Qué ves cuando te miras al espejo?
¿ Qué sientes al ver tu reflejo?
Le pregunta su cabeza cada día.
"Mi reflejo",
espeta,
ella siempre con su extraña ironía.

Dos personas discutiendo,
ambas reunidas en un mismo centro.
Dos maneras de ser, complejas,
entrelazadas, tirándose de las orejas.

La misma persona y sus dos mitades,
un conjunto de muchas cosas divididas en dos partes.
Ni la buena ni la mala,
ni el demonio ni la santa.

Una sutil mezcla de claroscuros,
de colores vivos o mudos.
Grandes mezclas de pinturas que han terminado en gris;
una buena combinación de colores que sugieren arcoiris.

Luces, penumbra, no importa, todo gusta.
No es locura, ni mucho menos cordura.
No es enfermedad, tan solo realidad.

La mujer y la niña.
La responsable y la divertida.
Que se combinan, que se rechazan,
se complementan, se acompañan.

Distintas pero iguales.
Solitarias y sociables.
El Ying y el Yang, o algo por el estilo.
Una parte era distinta, en el fondo siendo ella, misma.

Una chica en el cristal, viéndose a sí misma sin mirarse.
Cómplice consigo misma sin llegar a contemplarse.
Sin necesidad de profundizar en su interior
para apreciar lo que estaba a flor de piel.

Siendo ella y otra ella, a gusto e incómoda.
Persona al fin y al cabo.
Sintiéndose absurda de cabo a rabo.

Feliz y triste, por ser quien es, quien era quien será.
Tranquila y preocupada.
Queriendo, sin saber,
qué será del mañana, qué quedará en el ayer.
Una vida afortunada, o incompleta, a saber.

Otra vez la cabeza, loca de remate,
preguntó: ¿ Qué ves?
Y ahora salió su otra parte,
la que quiso ser sincera,
y contestó: No lo sé.

viernes, 21 de agosto de 2009

DESESPERACIÓN

Después de tanto tiempo aguantando,
de ser lo más fuerte posible,
casi invencible,
sin del todo conseguirlo.

Después de años de lucha,
de miedos y disgustos, de angustia.
Explotó.
No pudo más.
Se "rindió".

No desistió, en absoluto.
No abandonó, jamás.
Pero sí, se derrumbó.

En un día cualquiera,
en una hora nada especial,
unas lágrimas cayeron,
desembocando en muchas más.

El dolor contenido,
la vida robada,
momentos perdidos.
Todos se transformaron en agua salada,
como el mar.

Una gota tras otra recorría su camino,
seguía y no paraba,
hasta llegar a su cruel destino.

El miedo y cansancio
son una mala mezcla,
se convierten en más daño,
algo que aún más afecta.

Deseaba tantas cosas que nunca poseerá...
Son cosas básicas, nada material.
Añora viejos tiempos,
añora otra vida.
Esa en la que todo esto se le antojaba lejos,
en la que por la desesperación no era perseguida.

Imposible contenerse,
era para ella,
ni así misma conseguía comprenderse,
por más que quisiera.

En sus ojos se veía la tristeza que albergaba,
no existía ningún tipo de consuelo,
por más que lo intentaran.

Por lo que lloraba,
por lo que sufría,
era algo sin solución,
algo que por dentro morir le hacía,
algo que no entendía de compasión.

He ahí la desesperación.

VERANO

Un calor abrasador,
que quema piel y cara.
Un bochorno aterrador,
que amenaza noche y día.

Un calor muy intenso,
desgastado en un solo momento.
Un ardor que te atrapa,
que te ata y después remata.

Un ardor, noche y día,
algo por lo que nadie pagaría.
Un sudor, en la frente,
y en cualquier sitio en que no haya corriente.

Ni en la noche se descansa,
alguno hasta los pelos se arranca.
Las vacaciones están geniales,
pero la asfixia no entra en mis planes.

Muchos aman el calor;
otros, los que sufren, no.
Ancianos, niños y enfermos son los más afectados,
pero mientras los demás están tan felices
ellos quedan a un lado.

Oh, el verano,
tan capullo como un grano.
Y de sobrellevarlo es cuan más complicado
si no tienes aire acondicionado.

Y menos mal que no llueve
porque cuando para, uno se cuece.
Deseando que el fresco llegue,
los que por la noche por el calor casi se mueren.

No exagero al decir, que el calor no es ningún juego,
y si no que contesten los que más sufren si es o no bueno.

Nadie entiende la desesperación que produce,
que a todos afecta pero no de bruces.
El agotamiento en todos es muy pesado,
pero en los más débiles es algo desbordado.

Y mientras tanto,
en la otra punta del mundo, todo lo contrario.

Unos tanto y otros tan poco.
Este mundo está loco.

miércoles, 19 de agosto de 2009

EL ROCE HACE EL CARIÑO, Y ROZADURAS...
Inmersa en el vacío de unos ojos olvidados.
Lanzando besos al aire,
envueltos en alegría e inocencia.
Risas enmudecidas
ante realidades perdidas.
El último sorbo de una taza vacía.

En mitad de una mañana nublada,
una duda despertó,
se lanzó un dado al aire
y esta vez tocó el dos.

Nubes negras y espesas,
encima de la cabeza.
Un calor horrible afuera,
un bochorno y una espera.

Inquietud entre palabras.
Frases nada forzadas.
Un silencio nada incómodo.
La inconsciencia entre el asombro.

Un reencuentro jamás hallado.
Unos rayos evaporados.
Un adiós sin despedida.
Un te veo luego, una mentira.

Un saludo a aquellas velas,
que alumbran el cielo, en espera.

A PALABRAS SINCERAS OIDOS SORDOS

La vida es más fácil cuando estás callada,
cuando no dices lo que piensas,
cuando no expresas lo que sientes.

Si no hablas,
si no les dices a los demás nada,
todos somos más felices.
Todos son más felices.

Parece ser que lo más conveniente, para los demás,
es no escuchar la verdad, la realidad.

Porque pica, porque duele,
porque escuece
escuchar lo mal que lo has hecho pasar.

No me arrepiento de lo que pienso,
lo que digo es lo siento.
Pero al final siempre pago el pato.
Por decir la verdad,
y hacer honra de la dignidad.

No te asustes por verme distinta,
he cambiado de mentalidad.
Y aunque doy rienda suelta de mi pluma y mi tinta,
no sabes lo que he de callar.

Si quieres, no me escuches,
tranquila es tu especialidad,
pero oye tú no te disgustes,
que para eso estamos los demás.

sábado, 15 de agosto de 2009

THE END

En un momento,
al dar un paso atrás,
ví cómo el cuento,
llegaba a su final.

Jamás volverás a encontrar,
nada parecido,
no resolverás,
lo que ya quedó en el olvido.

No contemplarás,
lo que tanto tiempo anhelaste,
no comprenderás,
el significado de lo que imaginaste.

Hay que ver cómo son las cosas, el destino,
los detalles, imprevistos,
la dulce mano que te guía por las horas,
y el punto final que se aproxima infinito.

LA REALIDAD DE UN CRUDO DESTINO

Esta es la historia de una persona que empezó a olvidar, todo cuanto había a su alrededor,
no por gusto, ni por propia decisión, como muchas otras personas.
Su memoria comenzó a fallar, su mente iba y venía sin voluntad.
No era capaz de controlar lo que hacía, era otro, o al menos eso creía.
Tenía ante sí un porvenir confuso, lo que le ocurría era lo mismo que a otros muchos.
Su cabeza le traicionaba, hasta que despertó un día y comprendió que ahí la cosa no acababa.

Era hora de actuar, de una elección determinar.
No para solucionar nada, pues ya le habían dicho que de curarse se olvidara.
Pero no quería de sus recuerdos despedirse, sabía que no podía evitarlo pero, al menos, quería dejar algo de sí antes de "irse".
Abandonaría su consciencia para siempre, tarde o temprano su cerebro se quedaría casi inerte.

Empezó a aprovechar sus momentos de lucidez, para dejar huella de su vida mientras la recordara con nitidez.

El momento tan temido se acercaba, y aunque bien fingía que no le intimidaba, sabía que lo que sobre sí mismo se cernía, era algo que todos sus seres queridos sufrirían. Y más que la incertidumbre por qué sería de su persona, lo que le atormentaba era que los demás pagaran la "broma".
Dejó todo listo para lo que le esperaba, "preparado" para afrontar la próxima parada.

Y así, con todo el coraje del que fue capaz,
se enfrentó a su destino,
lo último que haría consciente de la realidad.



*Esta es la historia de muchas personas, que han perdido su vida sin morir.*
ELIJO NO ELEGIR
(A veces esa es la mejor elección)

FUERA DE LUGAR

Algo nada nuevo, no era la primera vez,
no sería la última, por supuesto.

Estar rodeada de gente hablando, riendo,
conversando feliz y tú, en medio,
por así decirlo, con unos y con otros, con ninguno.
Sabes que si desaparecieras nadie se daría cuenta,
no se percatarían de tu ausencia.

Quieres integrarte, formar parte de sea lo que sea ese conjunto,
una más, qué equivocada estás.
Te ha pasado una y mil veces, y nunca aprendes,
no sabes porqué, pero con los demás no te entiendes,
van en otra onda, y tú, contracorriente.

En el fondo te da igual, si eso pasa por algo será.
Pero no te puedes mentir a tí mismo,
a veces te gustaría formar parte de ese mimetismo.
"Sola en medio de un montón de gente", qué ironía.

Tiempos pasados, probablemente futuros, de alguna forma presentes.
Cansada de ser la diferente.
Escarmentada de lo que vale en verdad la gente.
Nadie es igual a los demás, pero todos somos muy buenos actores.

Soy rara, probablemente.
Soy única, como todos.
¿ Una persona está sola en medio de una mayoría
o la mayoría es la que está llena de personas solas?

MÚSICA

La música forma parte de nuestra vida,
de cada uno de nosotros,
da igual el tipo, el momento, la persona,
siempre está presente, pues habla de la vida misma,
nos llega a lo más profundo del alma, nos hace reir, llorar...
Es nuestra compañera en cada momento.
Es nuestra historia, pasado y futuro.
La música es mundo, sueños, ilusiones, desencuentros.

Te sientes identificado en cualquier situación,
con cualquier estado de ánimo.

Habla de todo, y de nada.
De la vida, de la muerte.
Del azar, de la suerte.
Aunque sea en otro idioma,
aunque ni la entiendas, la música te lleva.

Mueve masas, mueve corazones,
casi hasta montañas.
Grandes ídolos musicales marcaron épocas.

Expresan sentimientos,
expresan pensamientos.
Nada dibuja de forma tan fiel el mundo,
en todos los colores, sabores, sensaciones.

Grandes músicos que han traspasado generaciones.
Nuevos, antiguos, todos,
han protagonizado y protagonizan grandes y pequeños momentos de la historia.

Siempre está presente;
en celebraciones,
cuando te sientes feliz
o cuando crees que el mundo ha llegado a su fin.

Hay de todo tipo, desde clásicas hasta rockeras,
las que te mueven el corazón o las caderas.

Alegra a enfermos, renueva el cuerpo.
Acompaña en momentos de soledad o tristeza,
de frustración o firmeza.

Se compone de letras,
de notas, y mezclas.

Son ilusiones, convertidas en canciones.
Desde las más insignificantes hasta las más grandes.
Melodías que marcan, que a las fieras amansan.

Música.

viernes, 14 de agosto de 2009

PERDIDO, OLVIDADO, VACÍO

Palabras que arden,
entre vientos pasados
y el sol de una tarde.

Aguas que corren,
por las alcantarillas de la memoria,
ensuciadas por mentiras y escoría.

Solitaria luna que sale de su guarida,
pero brilla brevemente,
pues al día siguiente,
se la olvida.

Un pájaro al amanecer de una mañana fría.
Un despertar amargo, lleno de melancolía.

Una vida rota que al volver a usarla,
después de hacerle un torpe apaño,
no resiste a dar la espalda,
se tuerce y vuelve al daño.

No volver a usar la imaginación,
contar solo la realidad y la razón.

Beber ideas sin sentido,
sin unir las formas ni el colorido.

Preguntar de corazón,
y contestar sin compasión.

Cansarse del cariño,
olvidarse de lo bonito, de lo lindo.

Un nudo en la garganta,
una presión en el pecho.

Unos recuerdos rotos,
un pasado velado.

Un silencio incómodo,
un vacío sin antónimo.

Un hablar por hablar,
asentir sin escuchar.

Una madeja de incógnitas,
sin respuestas insólitas.

Sollozar en la almohada
o tirar la toalla.

Un ardor mezclado con saliva,
más abajo de la campanilla.

Un ceño fruncido sin intención.

Un poema que perdió la emoción.

MIEDO

Un gran sentimiento de preocupación, miedo y tristeza le abordaba.
Se estaba dando cuenta de que todas las señales apuntaban a que el destino iba en su contra.
No, no acababa de averiguarlo, esas sensaciones las tenía desde hacía mucho tiempo,
pero era más sencillo no pensarlo,
más fácil seguir tirando,
dejando a un lado las inquietudes que,
aunque todos creían que ya las expresaba,
no tenían idea de lo equivocados que estaban.

Tenía que ser fuerte,
no dejar que el pánico la dominara,
que el temor de perder lo que más quería en esta vida,
la sobrepasara.
Y si lo hacía,
siempre en la intimidad,
nunca de cara a la galería.

Una mezcla de frustación,
rabia y desesperación
la embargaba cada día.
Necesitaba una señal de que saldrían
de aquel pozo algún día.

Y aunque sabía que nunca, del todo, se curaría,
siempre rezaba porque quien quería, tuviera una mejor vida.
Pero parecía que esa ayuda jamás llegaba,
y se le estaban agotando las esperanzas.

En su hogar,
el único sitio en el que,
irónicamente,
se sentían seguras de verdad,
como todo bicho viviente,
se acumulaban los problemas a raudales,
con una mezcla de agotamiento y momentos felices o, al menos,
lo que ellas consideraban "felices" en aquellos momentos.

Y así se resignó,
a estar condenada a vivir en la inquietud y el miedo de una vida,
de la que no se podía quejar,
pues tenía mucha suerte de tener lo que muchos deseaban:
el amor incondicional de la persona por la que vivía y luchaba.

jueves, 13 de agosto de 2009

¡ QUÉ DIFICIL ES EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS!

Aunque no sean malos, ni hagan ningún daño,
cómo cuesta, abrirse a otros.
Decir las cosas claras no debería ser tan complicado,
hablarlas con soltura,
expresar amor o dulzura,
no es tan sencillo.
Y es que tal y como están las cosas,
en esta vida, por no querer sufrir,
por no querer parecer débil,
casi siempre nos callamos,
sin estar seguros, no hablamos.
E incluso los demás lo saben,
que en tu corazón son ellos los que caben.
Pero a todo el mundo gusta saber que es querido,
por mucho que lo oculte nadie lo tiene por siempre escondido.
Yo a mis seres queridos,
y nunca mejor dicho,
los quiero con locura,
tal vez no se lo diga como debería,
y por eso dejo que emprendan esta lectura.
Lo que digo es muy sencillo,
si tú quieres, pues vé y dilo,
aunque solo sea un día,
sino, puede que te arrepientas de por vida.
No soy ninguna valiente,
pero no quiero dejar cosas pendientes.
Familia, amigos, os quiero a todos,
si no os lo digo a menudo,
no me lo tengáis en cuenta,
es que, como todo el mundo,
es más fácil no abrir mucho esa puerta.

martes, 11 de agosto de 2009

RABIA

Un sentimiento bastante rápido,
en un instante sucede todo.
Después de un suceso desencadenante,
se apodera del cuerpo un gran odio.
La mandíbula se tensa,
la cabeza se calienta,
el cerebro burbujea,
de dolor y angustia se marea.
Y cuando hasta el tope de frustración llega,
la rabia se desata y se rebela.
Muy malas intenciones por la mente se pasean,
hacia alguien, hacia algo, da igual lo que sea.
Es algo más profundo que el odio,
pero a la vez más fugaz que el propio.
Es algo que toda persona experimenta,
en algún momento de su vida, y revienta.
Es algo que muchos se guardan por no hacer daño,
pero que es inevitable que asome al menos una vez por año.
Y mientras tanto,
uno intenta calmarlo, respirando.

VICTIMISMO

"Pobre de mí, qué mal lo estoy pasando."
" Qué pena de vida tengo, que todo me va mal."
"Qué lástima, que nadie me quiere."
"Soy una niñita desvalida a la que todo el mundo taca."
"Yo no merezco que todos me den de lado, aunque yo les haya dado de lado antes."
"Yo no tengo por qué sufrir tanto, si solo he provocado el sufrimiento de otros."
"Qué pena me doy a mí misma, que parezco un cachorrito abandonado."
O más bien un rottweiler, diría yo.
En mi opinión, a eso se le llama tenerse pena a uno mismo, es decir, ir de victima.
Todos tenemos problemas, unos más que otros;
todos nos podemos quejar y lo hacemos;
todos nos hartamos de sufrir,
y deseamos rendirnos
y mandarlo todo a la mierda,
pasar de luchar por lo que parece no tener buen final.
Dejar que la deseperación se apodere de nuestro ser
y rendirnos a un futuro incierto.
Pero no lo hacemos.
Nadie está libre de caer,
nadie se escapa de ello alguna vez.
Pero hay que seguir adelante, y se sigue.
Hay que mirar al frente,
caminar firme, sin mirar atrás,
intentando no sucumbir ante las adversidades y,
aunque cuesta, se hace.
Pero tú no.
Mientras todos sobrellevamos todo, tú no.
Tú te derrumbas,
te haces la desvalida,
no se te puede decir nada,
y todo el mundo a tu alrededor.
Me dicen que tenga compasión,
que ablande el corazón.
Los demás lo han hecho,
¿ por qué yo no?
Pues porque no creo que merezcas ese derecho.
Soy persona,
como todos,
si me pinchan sangro,
si me dañan lloro.
Si no quiero, no perdono.
Pues también sufro,
como todos.
Sé serenarme,
sé apaciguarme,
sé comportarme.
Se echan dos cojones y adelante.
No me llores,
no me toques los botones.
¿ Sabes qué te digo?
Dá lástima si quieres,
móntate tus películas,
sé tú siempre la protagonista.
Es lo que quieres, pues ya lo tienes.
Sigue vendiendo el cuento,
que mi empatía no llegará a tu encuentro.
Disfrútalo,
pero eso sí,
por mi parte no.

lunes, 3 de agosto de 2009

PAUSA

La cortina sale levemente por la ventana abierta
a causa de la suave brisa que, a su vez, mece las hojas de los árboles.
El cielo, azul apagado,
acompañado por las nubes que a la luna ya están esperando.
Nadie en la calle, ni un alma se oye,
será por ser verano,
será por ser Domingo,
lo que sé es que este año,
en este día,
el silencio ha llegado,
tan solo por un momento,
la calma ha llegado a mi encuentro.
Nada se ha acabado,
ni el ruido ni el jaleo ha terminado.
Pero este instante,
que se prevé como uno de los pocos restantes,
ofrece un mínimo paréntesis del jaleo,
de la monotonía y ajetreo.
Qué preciados son estos momentos,
tal vez por ser tan escuetos,
cómo se valoran con gratitud,
algo tan insignificante llena de plenitud.
Parece que los pulmones por fin respiraran,
aire limpio y fresco que es realidad es el de siempre,
y que de la cabeza las dudas y preocupaciones se disiparan,
que solo existiera el vacío en la mente.
Algo tan efímero como la vida misma,
algo tan profundo como el mar.
Y así el trance se difumina lentamente,
y me libera del hipnotismo en el que estuve brevemente.