martes, 29 de diciembre de 2009

¡FELIZ AÑO!



HAY MOMENTOS EN LOS QUE LAS PALABRAS SOBRAN.

Gracias por acompañarme este tiempo, a tod@s espero que el próximo año, sea el mejor, y que pueda seguir contando con vosotros en este pequeño viaje que no sé ni cómo definir. Este es el primer escrito que hago en este blog dirigiéndome directamente a vosotros, y espero que no sea el último. Así despido este 2009.

Feliz año blogue@s.

martes, 22 de diciembre de 2009

DÍA DE NIEVE

Un copo. Dos.
Muchos copos. Y más.
Más.
Silencio. Nieve.
Pequeños cristalitos que cuajan, se amontonan, en las calles, como un manto, para los coches, con espanto.
¡Qué lindo! Para algunos.
¡Qué fastidio! Para otros.
Una estampa, una postal.
Niños saltan, gritan, ríen; felices.
Personas, caminan, lenta o rápidamente; con dificultad, pisan aceras, los autos ruedan; resbalones, caídas, lluvia.
El algodón de hielo se derrite, en las carreteras se mezcla, se hace barro, y resbala, y se marcha, cambia.
El tiempo transcurre normalmente, todo sigue, no se detiene.
Y así, la nieve, nace y muere rápidamente, dejando paso a un nuevo día. Despidiendo ese momento en el que, parecía, todo había quedado inmóvil, se había parado, simplemente para dejar al mundo contemplar, añorar, recordar o, tal vez, reinventar.
Un breve instante que termina, que se marcha, y se olvida.

viernes, 18 de diciembre de 2009

GENTE

Que te miran con mala cara, con prejuicios, que se espantan.
Que se apartan a empujones, que se alejan como ratas.
Que muestran algo parecido a la lástima, pero más cruel,
que forman parte de una masa, que así, se sienten bien.
Que se creen buenas personas, superiores tal vez.
Y no podrían estar más lejos, no saben lo que es el bien.
Pues la marca no es nada, pues la ropa no agrada.
No importan los peinados, o el tipo de calzado.
Qué más da la joyería, o las “modas” que han pasado.
No me importa su perfume, no me interesa lo que fumen.
Nadie es más, ni nadie es menos, nadie es feo o muy bello.
Las personas son lo que cuentan, el interior, no lo que aparentas.
Si vas lento, si vas mal, enfermo, sin más.
No eres malo, no eres santo, pero por encima del hombro, no mereces que te miren.
El asco para ellos, los que miran con desprecio.
No querer el mal a nadie, por supuesto.
Pero duele desear que llegaran a saber,
lo que se siente cuando hacen eso,
lo que se siente en tu pellejo.
Es muy triste que la gente, se de cuenta tan solo de lo que quiere.
Es muy duro estar sufriendo, y que vengan otros, tomando a risa tus duelos.
Que se tomen libertades, de pensar lo que no imaginarían jamás.
Y aquí llega la rabia, cuando o contestas, o lo tragas.
Y aquí llega el momento en que nadie sabe lo que ocurre, si no lo está viviendo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

LA ESTRELLA

Que se sumergió entre un millón, para ser quien fuera.
Que entre el dolor, olvidó la razón, y también quién era.
Por burlas de todos no aguantó ya más, y le dio igual su voz.
Porque la esperanza ya no fue más, que una piel amarga, que tuvo que tirar.
Y el color fue un rayo, de felicidad, que pasó volando, para no volver más.
¿Quién era?
La estrella.
Que ayer se apagó por querer todo.
Que el golpe que dio no fue el mejor.
Y así se acabó su tenue resplandor.

viernes, 4 de diciembre de 2009

EL DESPRECIO DE LA VIDA

Aulla lejos, aulla fuerte, aulla sin miedo.
Nadie te oirá.
Pide ayuda, pide auxilio, socorro, grita.
Qué más da.
Nadie te salvará.
Eres lo quieres.
Eres como debes.
Tú a lo tuyo, así, todos felices.
No te molestes, no corras, no hay escapatoria.
Desgárrate hasta no poder más, grita, quédate sin vida.
No importa, nadie lo notará.
Una buena cara lo arregla todo.
Un par de sonrisas, tapan los destrozos.
No tiene sentido que te esfuerces en demostrar nada,
a nadie le interesa lo que tengas que decir.
Tu destino ya está escrito, por más que luches hasta morir.
Húndete.
Qué importa ya.
No vale la pena, no vales la pena.
Sufre, sí, sufre, cada día, un poco más.
Todos felices, y ya está.
Porque nadie se va parar a darte la mano para que te pongas en pie.
Porque nadie va a tener reparos en que vayas o no a poder.
Siempre fuerte, o te ahogas.
Así es todo, o hundes, o te hunden.
No tengas esperanzas, nadie te las va a secundar.
Ya no importa nada, algún día, morirás.