Recuerdo el día en que te dí mi mano
y la rechazaste.
Recuerdo el día en que tus ojos
me dijeron no.
Crueles eran tus palabras,
y débil fue mi corazón.
Un silencio que se hizo eterno,
que estre mis recuerdos fue un adiós.
Lloré por tí, sufrí por tí,
entre huecos de papel dormí.
Risas dormidas,
en los ojos ya perdidas.
Reproches ocultados,
un rencor jamás pensado.
Agua limpia convertida,
en tan solo sucias mentiras.
No te olvido,
no por nada,
es que me abandonó un buen amigo.
Tú perdiste, yo lo hice,
algo te avanzaré, soy feliz de no verte.
Cambiar no es malo,
pero abandonar es un gran palo.
No te escribo con nostalgia,
ni tampoco con rencor,
solo he recordado viejos tiempos,
y ahora sé que el presente es mejor.
Solo quiero decirte adiós,
una despedida un poco tarde,
pero al menos lo ha hecho uno de los dos.
Nunca olvidaré los buenos momentos,
las sonrisas sin secretos.
Los lazos que nos unían,
las horas compartidas.
Adiós amigo, adiós.
Adiós a tí, y a tí adiós.
Los que un día fueron y jamás serán.
Feliz vida, feliz libertad.
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