miércoles, 15 de julio de 2009

UN LEVE MOVIMIENTO

Tengo un vaso medio vacío en la mano, lo inclino sobre mí, hasta que el agua llega al borde, está a punto de verterse; un mínimo y ligero movimiento, y sucede lo inevitable, el agua desciende rápidamente por la parte exterior del cristal, llega a mi dedo y cae, gota a gota desde mi nudillo, sobre mí.
Un simple movimiento de muñeca, eso es lo que hace falta, un leve "empujoncito" y todo se derrama.
Y gota a gota se vacían las esperanzas, se vacía el vaso.
Gota a gota.

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