lunes, 30 de noviembre de 2009

ÉL, TAL VEZ

Él es el firmamento, él es el mensajero, él baja hasta el infierno, él es el puro y bello.
Él es la viva imagen, él es el puro autor, él es primer intento, como el último amor.
Él vuela por nosotros, él surca el ancho mar, él sufre, y él llora, él sabe lo que es odiar.
Él no es nadie en concreto, él no es ángel, no es Dios, él es todos y nadie, es sin nombre, es color.
Porque vive, porque muere, porque sufre, o es inerte. Porque jura, y maldice, porque mata, juzga y ríe.
Él es hombre, y es mujer, él es niño, él es voz.
Él sueña, él piensa, se ilusiona, y se cabrea.
Es dulce, es agrio, es tibio, y helado.
Es rosa, es azul, es mariposa, eres tú.
Soy yo, soy él.
Soy amor, soy cruel.
Él es todo, y es la nada,
es libertad, son tus alas.

martes, 24 de noviembre de 2009

LATIDOS

Era el viento quien lo llamaba, era la sombra que a su lado aullaba.
Era la luz del verano en que despertó, era la música que un día alguien mencionó.
Su alma era libre, su vida, brevemente, indestructible.
Su risa, la mejor cura, sin prisas, hasta ser dura.
Las miradas, no eran espejos, la cara no mostraba nada, en su interior había un millón de pensamientos, por fuera tan solo una monada.
Caía bien, sentaba mal, era fiel, hablaba de verdad.
Pasaban cada día por su lado, sin mirar, sin recordar sus rasgos.
No reconocerían sus palabras ni en miles de años, nunca se habían molestado, en siquiera escucharlos.
Caminaba de frente, caminaba erguida, pisaba fuerte, andando por la vida.
Su momento terminaría, su lugar se ocuparía, su voz se pagaría, la nada llegaría.
Y, aunque todo quedaría atrás, desde el sufrimiento hasta lo que amaba demás, no sentía lástima por el fin, su dolencia se quedaba aquí, pues no lamentaba haber fracasado, tan solo, no haber empezado.

sábado, 21 de noviembre de 2009

DESPUÉS DE LA TORMENTA

Olvida ya, ese sentimiento que se vuelve negro,
olvida ya, ese pensamiento, ardiente y violento,
que un día abarcó todo tu cuerpo.
No es nada bueno despreciar intensamente,
pero el mundo no da más que esa sensación de ser,
alguien que solo puede odiar.
Olvídate, sé siempre fiel, a tus bellos principios,
no lo tomes como un niño.
Recordarás, que nada es todo malo,
que existe algún regalo, por encontrar.
Es imposible perdonar, a quién te hizo daño,
a quién teme el diablo, es imposible, perdonar.
Pero siempre hay una cosa, que merece toda rosa,
un vaso de agua fresca para dar, vida, alegría, y paz.
Esperanza, lo llaman, esperanza lo pintan,
esperanza es lo que queda para dar.
Toma un poco, siente su fulgor,
pues cura el corazón, y sana de dolor.

jueves, 12 de noviembre de 2009

MALDAD

Debes sentirte valiente,
debes sentirte feliz,
debes estar orgullosa,
debes alegrarte hasta morir.

Tus palabras, como siempre,
nada engañan, lo corriente.
Tu voz, tan macabra,
tu "dolor" tu "venganza".

Las llamadas,
para variar,
a la caza,
sin cambiar.
Al daño,
a la llaga,
como un rayo,
sin parada.

De la felicidad al espanto
en un segundo,
de la victoria al medio llanto
para todo el mundo.

¿Dolida?
¿Molesta?
¿Jodida?
¿Expuesta?

Por supuesto,
cómo no,
víctima de víctimas,
enferma de enfermos,
la "peor" entre los muertos.

Intenta dar pena,
intenta aparentar ser la buena.
Consigue todo lo que quieras,
que lo perderás,
pues no vales la pena.

No te importa nadie,
tampoco tu sombra,
vives del aire,
y de los que te soportan.

Me das asco,
me das grima,
eres un basto,
una ruina.

Tú lo buscas todo,
tú consigues tus destrozos.
Tú te has arruinado la vida,
ya eres una mierda muy divina.

¿Seré dura?
¿Seré cruel?
Me quedo cruda,
diría más bien.

Yo te digo las cosas a la cara,
yo me encargo de no ir por la espalda.
Tú no tienes cojones,
me lo dices entre renglones.

Te apañas para estar segura,
de que al decírmelo no haya fisuras.
Te creerás que soy idiota,
o pensarás que,
como tú,
soy gilipollas.
Pues nunca me guardo tus palabras,
hago testigos con los que nunca podrás enfrentarlas.

De tí, no me duele nada,
de tí odio hasta tu mirada.

Pero la próxima vez,
que daño me quieras hacer,
te lo recuerdo,
a nuestra madre ni la mentes,
a ver si consigues algo,
murmurando entre dientes.

Esto no quedará atrás,
te lo juro,
y yo no soy de jurar.

Cuando quieras volver,
a sin escrúpulos despreciar a mi madre,
ya puedes echar a correr,
pues te destrozo si te tengo delante.

Aprende a vivir por tu cuenta,
aprende a no ser de esa manera.
Lábrate una vida,
sin daños ni mentiras.
Intenta no quedarte bajo un puente,
es un consejo de una hermana que ya no te quiere.

Olvida que algún día me conociste,
y haz el favor de pensar cómo te hundiste.