La luz se volvió violeta,
las sombras cobraron color,
se acabó el ruido en la Tierra,
desde entonces reinó en Sol.
Y sentí miedo,
y sentí paz,
y sentí el fuego
que enturbiaba el mar.
“Que se muera el mundo”,
oí gritar,
y, no sé por qué,
pero me sentí en paz.
“Que se acabe todo,
el bullicio,
los miedos,
la avaricia,
el vicio”.
“Que se hiele el infierno en la Tierra,
que todo lo malo y dañino se vaya a la mierda”.
No quería pensar,
no quería sufrir,
ahora a rezar
y luego a dormir.
Yo no era así,
nunca lo fui,
quería avanzar,
pero hoy me rendí,
por un rato quise descansar.
No es delito,
a pesar de todo,
lo que parecía infinito,
duró muy poco.
Me quedé en mi sueño,
no sé por cuanto,
viví algo bello…
Desde entonces reinó el Sol…
Y nos dio vida iluminado lo eterno con tus versos..
ResponderEliminarEs un poema muy hermoso.. Un gusto volver a leerte..
Después de mi ausencia... me quedo como siempre por tu espacio disfrutando de tus letras...
Un abrazo
Saludos fraternos..
Y brillo en lo eterno para ser vida con tus versos..
ResponderEliminarEs un poema muy hermoso.. Un gusto volver a leerte..
Un abrazo
Saludos fraternos..
Muchas gracias Adolfo, de verdad. Saludos.
ResponderEliminar