Silencio que duele.
Silencio que mata.
Silencio que hiere.
Silencio.
¿Por qué no hablas?
Silencio.
¿Por qué no contestas?
Silencio.
¿Por qué no sonríes?
No puedo.
Silencio, no habla, silencio.
¿Me ignoras?
Silencio.
Me duele.
No puedo.
¿Qué ocurre?
Un día tras otro,
semana tras semana,
meses, años.
Silencio.
Cuando hay dolor, hay silencio.
Dolor.
Unas lágrimas insistían en escapar,
pero,
con bastante esfuerzo,
volvieron a su lugar.
Silencio.
Dolor.
Y lo que venga después… silencio.
En el silencio el dolor es el que nos acompaña.. siempre..
ResponderEliminarMuy sentido pero bello poema..
Un gusto leerte siempre..
¨Hermoso cuando la poesía es todo en el sentir.. nace con amor la lectura..¨ Payés
Un abrazo
Saludos fraternos..
Que disfrutes el fin de semana...
Ni los más altos muros pueden producir la sensación de frustración que el silencio con sencillez sí puede...
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