martes, 26 de enero de 2010

SE MURIÓ EL MUNDO, Y NADIE SE DIÓ CUENTA

Los silencios de la cueva
en que habitaba con los duelos,
suspirando entre palabras
que acarician simples versos.

Hoy lo vivo,
hoy lo muero,
hoy me río,
sueño y veo.

Porque los miedos que aquí habitan
que revuelven mis entrañas,
no convencen ni palpitan
allá donde lo encontraran.

¿Hay respuesta a mis llamadas?
¿Hay consuelo ante el espanto?
Vinieron fuerte, con encanto,
cayeron cerca de alambradas.

Las espinas ya rasgaron,
dañando acero ya sangrando.

No rellenaron los huecos de sombra,
se acabaron los tiempos de roca,
se olvidó la verdad justiciera,
ya no queda lo bueno en la Tierra.

2 comentarios:

  1. Se viven tus versos me gusta..


    Te dejo mi abrazo
    Y mis saludos fraternos de siempre..

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  2. interesante y muy cautivador , si vivimos en un apocalíptico dia a dia .Espero puedas pasar por mi blog si quieres. Saludos desde Venezuela.

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