Felicidad...

Dime por qué estás tan feliz.
Dime por qué tú eres así.

Dime dónde viste el sol,
que te iluminó el camino hasta el cielo.

Dime dónde encontraste el sabor
que a tu mundo llegó convertido en limón.

Vuelca todo el jugo que un día amargó
lo que hoy es medio dulce.

Siente la gran emoción
que puede suponer encontrar la ilusión.

Cuenta las estrellas que Dios
puso en el cielo y en tu corazón.

No te quejes de lo que no debes,
y de lo que puedes tampoco,
pues tan solo consigues un daño que escuece.

Dime cuando escuchaste la verdad de tu alma.
Dime cuando fue la última vez que te reíste a caracajadas.

Dime en qué piensas cuando no piensas en nada.
Dime qué es lo que sientes antes de caer en tu almohada.

¿Sonríes antes de acostarte?
¿Te ríes nada más levantarte?

Coloca en tu mano tus sueños,
deséalos con tus fuerzas,
sopla suavemente sobre ellos,
y que entre el viento y esperanzas
en realidades se conviertan.

Dime ¿ qué ansía tu alma?

Escucha, las sonrisas del mañana.